Desde que se inauguró la biblioteca La Fraternitat todos esperábamos con ansia ver como la fachada de entrada de la calle San Carlos recuperaba por fin su antiguo esplendor. Finalmente eso ha sucedido este mes de abril y la biblioteca vuelve a lucir como siempre habría debido y de paso ha ampliado su espacio para dar más servicios a los usuarios con ansias de lectura.
La calle San Carlos es muy especial y seguramente sería el eje cultural de nuestro barrio si todas las posibilidades que ofrecen los diferentes edificios que se muestran a su paso fuesen convenientemente utilizadas. Edificios como la Farmacia o Can Solé que albergan negocios dan paso a la biblioteca y a edificios originarios o históricos como la casa donde vivió Tomas Garcés, en declive total, o la sede del Bar Nacionalista i de Joventut dónde era habitual ver a Papasseit.
Es una lástima que edificios tan singulares, que nos acompañan durante toda esta calle hasta llegar al Centro Cívico, estén a veces pésimamente conservados. Suponemos que tarde o temprano se acabaran rehabilitando esas fachadas. Esperemos que si…
La calle San Carlos es muy especial y seguramente sería el eje cultural de nuestro barrio si todas las posibilidades que ofrecen los diferentes edificios que se muestran a su paso fuesen convenientemente utilizadas. Edificios como la Farmacia o Can Solé que albergan negocios dan paso a la biblioteca y a edificios originarios o históricos como la casa donde vivió Tomas Garcés, en declive total, o la sede del Bar Nacionalista i de Joventut dónde era habitual ver a Papasseit.
Es una lástima que edificios tan singulares, que nos acompañan durante toda esta calle hasta llegar al Centro Cívico, estén a veces pésimamente conservados. Suponemos que tarde o temprano se acabaran rehabilitando esas fachadas. Esperemos que si…
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