Nereida es una estatua que se instaló el 26 de julio del 2003 en la
Barceloneta. Su autor, Alfredo Lanz,
tuvo un taller en el Puerto y esa vinculación dio un sentido especial a su obra. Se
trata de una pieza de vivos colores, donde predominan el rojo, el amarillo y el
verde, y su ubicación durante un tiempo
fue un parterre del paseo de Joan de Borbó por decisión de la Autoridad
Portuaria.
Según el autor, Nereida simbolizaba el mar Mediterráneo,
"vivo y luminoso” según los
entendidos esta escultura de formas redondeadas se
mantenía inmóvil, extrañamente en una isla rodeada de circulación, esa
característica de inmovilidad parecía entrar en contraste con el movimiento que
la rodeaba. Se
trata de una pieza que representa a una figura femenina estirada en como reposando. A pesar de sus vivos colores,
nunca resaltó mucho en el paisaje ya que
su dimensión es reducida. Así, una forma sensual y llena de color se convertía
en una anécdota solo perceptible para los ojos más curiosos que pasaban por el
Paseo Juan de Borbó.
Quizás, ese aire de
sirena discreta la hizo lanzarse al mar y desaparecer ya que un buen día dejó
de formar parte de nuestro paisaje y hasta hoy nunca más se ha sabido...
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