martes, 13 de abril de 2010

Cosas que desaparecen...


Nereida es una estatua que se instaló  el 26 de julio del 2003 en la Barceloneta.  Su autor, Alfredo Lanz, tuvo un taller en el Puerto y esa vinculación dio un sentido especial a su obra. Se trata de una pieza de vivos colores, donde predominan el rojo, el amarillo y el verde, y  su ubicación durante un tiempo fue un parterre del paseo de Joan de Borbó por decisión de la Autoridad Portuaria.

Según el autor, Nereida simbolizaba el mar Mediterráneo, "vivo y luminoso”  según los entendidos esta escultura de formas redondeadas se mantenía inmóvil, extrañamente en una isla rodeada de circulación, esa característica de inmovilidad parecía entrar en contraste con el movimiento que la rodeaba. Se trata de una pieza que representa a una figura femenina estirada en como reposando. A pesar de sus vivos colores, nunca resaltó mucho en el paisaje  ya que su dimensión es reducida. Así, una forma sensual y llena de color se convertía en una anécdota solo perceptible para los ojos más curiosos que pasaban por el Paseo Juan de Borbó.
Quizás, ese aire de sirena discreta la hizo lanzarse al mar y desaparecer ya que un buen día dejó de formar parte de nuestro paisaje y hasta hoy nunca más se ha sabido...

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